
- Cuida del ambiente, lo mantiene limpio, organizado y reluciente.
- Pinta de nuevo, cose de nuevo, cuando sea necesario embellece el lugar (la casa).
- Indica el uso de los objetos, muestra la forma de realizar los ejercicios de Vida Práctica (debe ser hecha calmadamente y de manera exacta, para que el niño pueda imitarlos)
- Pone al niño en contacto con el ambiente (activamente). Cuando este propósito se logra, la guía actuará pasivamente (ideal del cuarto mes en adelante).
- Observa a los niños continuamente, para saber si necesitan soporte inmediato (apoyo).
- Acude inmediatamente cuando es solicitada por un niño.
- Escucha, responde y soluciona la solicitud del niño.
- Respeta y no interrumpe al trabajador.
- Respeta y nunca corrige a quien está ejecutando un error (no muestra corrigiendo).
- Respeta al niño que esté “descansando” y mirando a los otros, trabaja sin molestarlo u obligarlo a que trabaje.
- Nunca se agota y ofrece una y otra vez temas que el niño ha rechazado en otra ocasión, e indica a aquellos que no han aprendido la lección y continúan cometiendo errores.
- Con su cuidado y silencio, ella anima indirectamente el ambiente, también por su lenguaje y presencia gentil, como aquel que está “enamorado”.
- Ella debe hacer sentir su presencia para aquellos que buscan esconderse de aquellos que ya encontraron.
- Ella se convierte en invisible para aquellos quienes han terminado su trabajo por su propio esfuerzo y ofrece el trabajo de ellos al área espiritual.